martes, 17 de noviembre de 2015

Carmen Fernández-Daza en Letras


© Diario HOY
Mañana miércoles 18 de noviembre, en el aula 31 de la Facultad de Filosofía y Letras, a las 12:00 horas, Carmen Fernández-Daza Álvarez pronunciará la conferencia «Los viajeros románticos y Carolina Coronado», invitada por el Departamento de Filología Hispánica y Lingüística General de la UEX, como actividad complementaria de la asignatura de «Textos de la literatura española del siglo XIX» que imparte la profesora Isabel Román Román. Carmen Fernández-Daza Álvarez es licenciada en Filología Clásica y doctora en Filología Española por la Universidad Complutense de Madrid, y actualmente es directora del Centro Cultural Santa Ana de Almendralejo y de la Biblioteca IX Marqués de la Encomienda, que fundara su padre, Mariano Fernández-Daza y Fernández de Córdova. Entre 2002 y 2011 fue presidenta de la Unión de Bibliófilos Extremeños (UBEx). Es autora del monumental estudio El primer conde de la Roca (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1995), sobre el extremeño Juan Antonio de Vera, sobre cuyo Centón Epistolar ha publicado varios ensayos. Ha traducido y editado a Epicuro, a Cicerón y a Séneca, entre otros textos clásicos. En 2001 apareció su edición de José Mª Gabriel y Galán, Antología poética (Madrid, Clásicos Castalia) y en 2011 otro libro fundamental en su trayectoria investigadora, el estudio biográfico La familia de Carolina Coronado. Los primeros años en la vida de una escritora, publicado por el Ayuntamiento de Almendralejo en conmemoración del primer centenario de su muerte. Sobre la autora de Jarilla trató su discurso de ingreso como académica de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, titulado «El paseo epistolar de Carolina Coronado», leído el pasado 5 de septiembre.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Apuntes de clase


Hoy se ha alborotado una estudiante en clase al escucharme pronunciar la palabra «mierda». Ha sido en el momento de «¡Qué carga tan insufrible / es el ambiente vital / para el mezquino mortal / que nace en sino terrible! / ¡Qué eternidad tan horrible / la breve vida! Este mundo, / ¡qué calabozo profundo / para el hombre desdichado / a quien mira el cielo airado / con su ceño furibundo». Y, sobre todo, en este otro, cuando el personaje se queja por haber tenido un solo día feliz en su vida desastrada: «Así en la cárcel sombría / mete una luz el sayón, / con la tirana intención / de que un punto el preso vea / el horror que le rodea / en su espantosa mansión». ¿Qué estaremos enseñándoles?